– ¿Cuál es la consulta más frecuente?
– En mujeres, la disfunción orgásmica; y en los hombres, la eyaculación precoz. Consultan los problemas de la relación de pareja y veo a solteros que andan en la búsqueda pero desconocen la mejor manera de hacerlo. Eso, con todos sus tormentos, será tema para mi próximo libro.
– ¿Dónde se ubica la disfunción del país?
– Sesenta por ciento en la falta de información sexual, y cuarenta por ciento en la creencia de estar sobrado en el sexo.
– ¿Cuántos echa el venezolano sin bajarse?
– El venezolano sólo echa uno sin bajarse. Una vez que el hombre eyacula, se activa la enzima 5 fosfodiesterasa, encargada de inhibir la erección del pene, provocando una inmediata pérdida de la rigidez.
– ¿Y cada cuánto tiempo lo hace?
– Depende de la frecuencia del deseo. Hay quienes tienen una frecuencia alta y lo hacen a diario o cada cuatro días. Los hay de frecuencia media y tienen sexo desde cada 5 a 10 días. Y los de frecuencia baja lo hacen de 11 a 15 días.
– ¿El macho simula orgasmos?
– No. En el hombre el orgasmo se acompaña de la eyaculación, un proceso visible. Es imposible ocultarlo.
– ¿La erección es orgánica o mental?
– Los hombres menores de 50 años generalmente tienen causas mentales, mientras los hombres mayores de 50 padecen con mayor frecuencia de problemas orgánicos. Pero es importante entender que por encima de los 50 pueden estar combinadas las dos causas.
– ¿Cuánto mide la vagina de las venezolanas?
– Se adapta al tamaño del pene que la esté penetrando en ese momento.
– ¿En sexualidad aplica el dicho “barco grande ande o no ande”?
– No. Hay lanchitas y yatecitos muy cómodos que andan de lo mejor.
– ¿Cuál hecho nacional dejó al descubierto a Venezuela?
– En positivo, mucha gente predijo que Venezuela iba a caer en un foso del que no iba a salir, y quienes nos hemos quedado aquí demostramos que esos eran temores sin base. En negativo, el deslave de 1999 y las lluvias anuales dejan al descubierto lo poco preparados que estamos para el manejo de catástrofes y situaciones cotidianas.
– Si el país se transparenta ante sus ojos, ¿qué veríamos?
– Dos polos opuestos de personas llenas de muy buenas intenciones que quieren a Venezuela pero a través de su perspectiva muy particular.
“Hay quienes piensan que se la están comiendo…y resulta que la están poniendo”